Museo Sorolla

Museo Sorolla

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La luz es el hilo conductor de los lienzos de Joaquín Sorolla para registrar una nueva sensibilidad a través de sus efectos y matices.

Desde 2015, colaboramos con el Museo Sorolla apoyando anualmente exposiciones emblemáticas sobre el pintor valenciano. El objetivo de esta casa-museo es la conservación y exposición al público de las obras auténticas ejecutadas por Joaquín Sorolla, así como sus objetos artísticos y mobiliario pertenecientes a la que fue su vivienda en el número 37 del Paseo del General Martínez Campos de Madrid.

El mayor legado de Joaquín Sorolla se centró en representaciones mitológicas, históricas y sociales de la época, volviéndose un verdadero maestro dibujando el costumbrismo español. Conocido como “el pintor de la luz”, Sorolla convirtió este elemento en protagonista de sus cuadros, registrando una nueva sensibilidad a través de sus efectos y matices capaces de evocar en sus obras la vitalidad y la belleza.

Organizada junto con el Museo Thyssen-Bornemisza, esta exposición reunió más de 70 cuadros procedentes de museos y colecciones privadas nacionales e internacionales, algunas de ellas nunca expuestas públicamente. Se centró particularmente en los retratos femeninos pintados por el artista entre 1890 y 1920, que dialogaron en las salas con vestidos y complementos de la misma época. La muestra también incluyó valiosas piezas prestadas por importantes instituciones y colecciones particulares, muchas de ellas inéditas.

Apasionado de la moda y cronista de las tendencias de finales del siglo XIX y principios del XX, Sorolla recogió en sus cuadros un evocador catálogo de vestidos, joyas y complementos realzados por su trazo suelto y vigoroso.

La exposición reunió retratos femeninos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX combinados con vestidos y complementos de época.

Los referentes sociales de Sorolla, nacido en el seno de una familia humilde dedicada a la venta de tejidos, y de su mujer, Clotilde García del Castillo, nacida en un entorno burgués y acomodado, fueron decisivos para establecer un claro paralelismo entre sus ascensos social y económico y su interés por la moda y la indumentaria.

Su actividad como retratista de sociedad no fue lo único que le hizo dirigir la mirada hacia la vestimenta, sino también su afán observador y su genuino interés por todo lo que le rodeaba. En este sentido, su figura se asoció a la imagen de modernidad establecida por Baudelaire en El pintor de la vida moderna.

Compuesta de alrededor de 80 obras procedentes de su Casa Museo, colecciones particulares y otras instituciones nacionales e internacionales, la exposición Sorolla en París consistió en un recorrido cronológico por la historia del reconocimiento internacional del artista valenciano desde su primer viaje a la capital francesa hasta su consagración como gran pintor de las élites de su tiempo.

Desde los inicios de su carrera, Joaquín Sorolla tuvo la vocación de convertirse en un pintor internacional, participando en todos los grandes certámenes internacionales y cosechando importantes reconocimientos. Entre 1906 y 1908, realizó exposiciones monográficas en París, Berlín, Düsseldorf, Colonia y Londres, consolidándose como el artista español más apreciado.

Esta muestra engloba alrededor de 80 piezas del artista valenciano presentadas en exposiciones europeas.

Esta muestra recorrió las obras presentadas por Sorolla en sus exposiciones europeas, que ponen de manifiesto cómo el estilo personal de Sorolla se forjó y se modeló principalmente en el París de finales de siglo XIX.

  • Sorolla en el Salón: recorrió la evolución artística de Sorolla en los Salones de París, en las Sezession de Berlín y Munich, y en la Bienal de Venecia, mostrando cómo las maneras de la pintura de grandes exposiciones se adaptan a su estilo cada vez más personal y original.
  • El triunfo internacional de Sorolla: presentó la culminación de la evolución artística de Sorolla y plasma las investigaciones que está realizando en estos años y que protagonizaron su mejor pintura: en torno a la luz y el color en el mar, y de la maestría que adquieren sus juegos de reflejos en el agua. Asimismo, Sorolla se presentó como un gran retratista, a través de las exquisitas pinturas sobre su esposa, sus hijos y los grandes personajes del momento, integrando la tradición del retrato cortesano velazqueño con la luminosidad de la pintura al aire libre y la bravura de su pincelada.
  • Sorolla, pintor mundano: tras su triunfo en París, se desplazó a Biarritz para realizar retratos de su familia en la playa donde muestra un dominio de la luz y el color. Al año siguiente, en La Granja, continuó plasmando sus grandes figuras en mágicos escenarios de agua y luz. Símbolo de su plenitud artística y personal, estas obras mostraron el camino que Sorolla emprendió en sus años posteriores, en los que preparó su gran triunfo en Estados Unidos.

Coincidiendo con el Año Internacional de la Luz en 2015, patrocinamos junto con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte esta selección de 54 obras de Joaquín Sorolla, que profundizó en la faceta más reveladora del pintor de la luz.

La muestra se distribuyó en cinco grandes apartados: hacia la luz, sombra y reflejo, luz filtrada, resplandor y arte de la luz. En cada uno de ellos, se analizaro distintas formas de iluminación que el artista cultivó y en las que no solamente fue capaz de reproducir distintos matices de la luz, sino que también supo evocar en sus cuadros la sensación de vida que la luz natural transmite y la especial emoción que en él suscitaba el juego de la iluminación.

Esta muestra engloba alrededor de 80 piezas del artista valenciano presentadas en exposiciones europeas.