Manuel Marín, presidente de la Fundación Iberdrola España, investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca

Manuel Marín, presidente de la Fundación Iberdrola España, investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca

La Universidad de Salamanca (USAL) ha investido como doctores honoris causa al excomisario europeo de Asuntos Sociales, Educación y Cultura, y presidente de la Fundación Iberdrola España, Manuel Marín y al actual presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean Claude Juncker.

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El excomisario europeo de Asuntos Sociales, Educación y Cultura, y presidente de la Fundación Iberdrola España, Manuel Marín, y al actual presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean Claude Juncker, han sido investidos doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca.

El presidente del Consejo Social de la USAL y presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, saluda al ya doctor honoris causa Jean Claude Juncker tras la ceremonia, acompañado de su padrino de investidura.

Durante el acto de investidura, el profesor de Derecho Internacional Luis Norberto González Alonso, ejerció el padrinazgo de Manuel Marín, resaltando su capacidad “para transformar la realidad que les rodea, para propiciar el progreso social y para mejorar de manera efectiva la vida de sus conciudadanos”. Marín — recordó González– hubo de conducir apenas cumplidos los 33 años, “el tramo final y más relevante de las negociaciones que culminarían el 12 de junio de 1985 con la firma del Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas”. Dos años después pilotó la concepción y puesta en marcha del Programa Erasmus, durante sus primeros años como miembro de una Comisión Europea en la que recorrió un periplo de 13 años en los que alternó diversas responsabilidades.

“Hoy, transcurridas tres décadas, el Programa Erasmus es unánimemente aclamado como ejemplo de la mejor Europa, de esas acciones complementarias o de apoyo de la Unión que, respetando la competencia esencialmente nacional en determinados ámbitos -como la Educación o la Cultura- y mediante intervenciones limitadas, son capaces de aportar un valor añadido europeo que marca la diferencia para los destinatarios de esas políticas públicas, es decir, para los ciudadanos”, subrayó el padrino de Manuel Marín, quien tampoco se olvidó de otras iniciativas “de profundo calado” del nuevo doctor como la creación en 1992 del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea; méritos que coronan “años de excelente práctica parlamentaria y una trayectoria política intachable, inspirada siempre por la defensa de los valores europeos y del ideal europeísta, así como una firme determinación para dotar de alma a este gran proyecto común”.