La Fundación Iberdrola España y la Fundación Artium firman un acuerdo de colaboración para la restauración de la obra ‘Un pedazo de cielo cristalizado’ de Javier Pérez
- La pieza, perteneciente a la colección del Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco – Artium Museoa, ‘Un Pedazo de Cielo Cristalizado’ que será restaurada gracias a la colaboración de la Fundación Iberdrola España a través de una aportación de 30.000 euros
- El proyecto busca devolver a las más de 12.000 piezas de vidrio soplado que la integran el aspecto translúcido y transparente de cada una de las lágrimas’ mediante una cuidadosa limpieza del exterior de cada uno de los elementos
El presidente de la Fundación Artium, Ramiro González, y el presidente de la Fundación Iberdrola, Fernando García Sánchez, han firmado un acuerdo de colaboración que facilitará la restauración de la obra ‘Un pedazo de cielo cristalizado’, de Javier Pérez, perteneciente a la colección del Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, Artium Museoa.
La pieza está integrada por más de 12.000 ampollas de vidrio soplado que conforman una semiesfera dispuesta como una cúpula invertida que se encuentra instalada en el vestíbulo principal del edificio del museo desde su inauguración en 2002. Gracias es este convenio y al compromiso con la conservación y difusión del patrimonio contemporáneo de la Fundación Iberdrola España, ‘Un pedazo de cielo cristalizado’, presentado en el Pabellón de España de la Bienal de Venecia de 2001, será restaurada mediante un minucioso proceso. Se hará una revisión y limpieza de las ‘lagrimas’ que conforman la pieza, así como los demás elementos que intervienen en la estructura de la pieza. Los trabajos estarán supervisados por el Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Álava y seguirán los principios que rigen la conservación y restauración del patrimonio artístico, basados en el respeto a la integridad física, histórica y estética de las obras.
La obra y el artista
‘Un pedazo de cielo cristalizado’ fue expuesta por vez primera en el espacio central del Pabellón de España de la 49 Bienal de Venecia en 2001. Javier Pérez explicaba entonces: «Venecia es una ciudad con unas características sobre las que me apetecía reflexionar, una ciudad llena de brillos y reflejos. Se trata de una ciudad doble: la construida en el aire y la construida en el agua, siempre cambiante. Me fijé en el elemento arquitectónico de las cúpulas como representación de lo celeste. Al invertir la cúpula, como si estuviera reflejada en el agua, también se invierte la sensación espacial. (…) Venecia es una ciudad de brillos que impiden ver su cara real, una ciudad frágil y vibrante».