La sorprendente vida nómada de los búhos campestres
- Varios ejemplares de búho campestre marcados con dispositivos de seguimiento remoto muestran migraciones o movimientos aún no descritos en aves
- Un acuerdo entre SEO/BirdLife e IREC, que se enmarca dentro del programa Migra y que cuenta con financiación de la Fundación Iberdrola España
- Lo improvisado de las condiciones ambientales origina movimientos no descritos hasta ahora que resaltan la capacidad de las aves para localizar fuentes de alimentación y aprovecharlas en todos los sentidos
- Un nuevo estudio internacional realizado por investigadores del CSIC (IREC-CSIC, Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, y EBD-CSIC, Estación Biológica de Doñana), del Reino Unido (BTO, The British Trust for Ornithology) y de Islandia (Universidad de Islandia) y la colaboración de SEO/BirdLife, revela cómo viven los búhos campestres
Un acuerdo entre SEO/BirdLife e IREC, que se enmarca dentro del programa Migra y que cuenta con financiación de la Fundación Iberdrola España, está facilitando conocer aspectos de la biología y movimientos de ejemplares de búho campestre no descritos hasta ahora. El búho campestre es una rapaz nocturna con un comportamiento nómada que realiza grandes movimientos migratorios prospectivos para localizar áreas con abundancia de topillos y otros roedores que conforman la base principal de su dieta alimenticia.
Viajar lejos, criar en abundancia, morir joven; aunque pueda parecer un estilo de vida hedonista y un tanto “rock-n-roll”, es lo que muestra un nuevo estudio internacional realizado por investigadores del CSIC (IREC-CSIC, Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, y EBD-CSIC, Estación Biológica de Doñana), del Reino Unido (BTO, The British Trust for Ornithology) y de Islandia (Universidad de Islandia), que ha contado con la colaboración de SEO/BirdLife. Este trabajo revela que así es como viven los búhos campestres. Estos nuevos resultados, que describen los increíbles y sorprendentes movimientos de los búhos campestres por todo Europa y el norte de África, subrayan la necesidad de planificar las medidas de conservación de esta especie a escalas mayores de las que se habían considerado hasta ahora.
El búho campestre, cuya aparición y desaparición de regiones ha fascinado a los ecólogos durante décadas, era un ave de la que existía poca información clave sobre sus movimientos y grado de conectividad entre poblaciones. Un nuevo estudio internacional en el que participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de la BTO, de la Universidad de Islandia y con el apoyo del programa Migra (SEO/BirdLife a través de la Fundación Iberdrola España) acaba de publicarse en la revista Ibis y aporta nuevos datos que permitirán proteger y conservar mejor esta enigmática especie.
El búho campestre es una rapaz nocturna con una distribución amplia en el continente europeo y un depredador especializado en pequeños mamíferos. La abundancia de su presa favorita, el topillo, puede variar notablemente, tanto en el tiempo como en el espacio, lo que convierte a estos roedores en un recurso alimenticio impredecible. Aunque los búhos campestres pueden cambiar de presa cuando los topillos no están disponibles, su respuesta más habitual es desplazarse a otras zonas, lo que da lugar a movimientos irruptivos o nómadas. El estudio de estos movimientos es todo un reto, pero los avances en las tecnologías de seguimiento han permitido al investigador François Mougeot (IREC-CSIC) y a sus colegas recopilar nueva información relevante para la conservación de esta especie en declive.
Seguimiento de aves sin fronteras
Se siguieron los movimientos de 47 búhos campestres de varios lugares de Europa (Islandia, Escocia y España) con dispositivos GPS. El estudio revela un grado de movimiento inesperadamente grande en los individuos rastreados, con algunas de las aves marcadas viajando ampliamente por Europa y el norte de África. Algunos individuos fueron seguidos durante la nidificación a lo largo de dos temporadas, y las distancias entre los lugares de nidificación utilizados por los mismos individuos en años consecutivos oscilaron entre 41 y 4.216 kilómetros. Hasta donde sabemos, éstas representan algunas de las distancias más largas conocidas entre lugares de nidificación de cualquier ave. Increíblemente, una hembra marcada en su nido en Escocia crio dos veces en el mismo año, una en Escocia y otra en Noruega. Sin embargo, viajar tan lejos para encontrar lugares con suficientes presas donde criar grandes nidadas tiene sus consecuencias: menos de la mitad de las aves adultas sobreviven de un año para otro.
Así que, en lugar de llevar un estilo de vida hedonista, estas aves se comportan de forma desinteresada. Sus largos viajes para encontrar suficientes topillos con los que criar a la siguiente generación de búhos repercuten en sus posibilidades de sobrevivir un año más.
Los tipos de movimientos registrados en este estudio, y la escala de estos, implican que no existen poblaciones separadas de búho campestre en gran parte de Europa. Más bien, existe una única población potencialmente integrada en la mayor parte del área de distribución. Este nuevo conocimiento tiene implicaciones significativas para los intentos de proteger y conservar esta especie, y subraya la necesidad de recopilar información sobre las poblaciones de búho campestre a escalas geográficas suficientemente amplias o a largo plazo. Y las medidas de conservación de estas aves deberán adoptarse a una escala igualmente amplia.
Tras los viajes del búho campestre en España
La distribución del búho campestre en España se concentra claramente en la submeseta norte de la península Ibérica, en la comarca de Tierra de Campos, principalmente en las provincias de Palencia, Zamora y Valladolid. Existen citas de reproducción dispersas por otras provincias, en su mayor parte en el valle del Ebro, en provincias como Navarra, Zaragoza, Huesca y Teruel. Las citas en la mitad sur de España son mucho más escasas, encontrándose en el litoral mediterráneo, valle del Guadalquivir, Extremadura, Madrid y Castilla-La Mancha.
Sin embargo, los años con explosiones demográficas de topillo campestre la invernada es importante y en esa época se podría encontrar en gran parte de nuestro territorio. Se trata de una especie con migración transversal, del este al oeste de Europa, un tipo de migración no tratado hasta ahora en el programa Migra. A lo largo de 2024 está previsto que se marquen numerosos ejemplares en Castilla y León y en Andalucía en colaboración con el CSIC-IREC. SEO/BirdLife ya ha comenzado este trabajo de marcajes de búho campestre en la provincia de Palencia que seguirán alimentando la base de datos que facilitará el estudio dentro del programa Migra.
El programa Migra, puesto en marcha en 2011 por SEO/BirdLife con la colaboración de la Fundación Iberdrola España, incorpora las últimas tecnologías en sistemas de geolocalización y seguimiento remoto para conocer con mayor detalle los movimientos de las aves dentro y fuera de nuestro país. Gracias a esta iniciativa se pueden conocer las fechas de inicio y fin de sus migraciones, los lugares de parada y puntos de alimentación, el tiempo que tardan en realizar esos viajes, si se repiten en la migración primaveral y otoñal, las principales áreas de invernada y dispersión, o si las rutas son iguales año tras año. La Fundación Iberdrola España colabora con este programa en el marco de su actividad en apoyo de la biodiversidad, una de sus principales áreas de actuación.
Actualmente el programa Migra cuenta con 1.366 aves marcadas con diferentes dispositivos de 38 especies distintas. Además, el programa cuenta con más de 358 colaboradores y 61 entidades colaboradoras en España y en el extranjero.